Tiempo perdido

Hace mucho solía ver un programa en Discovery Channel en el que iban mostrando algo de un tema y lo enganchaban con el tema siguiente, y seguían así durante una hora hasta llegar al último, el que era enganchado con el primero. Era como cerrar un círculo. No se si lo seguirán dando, hace mucho que no miro televisión, ya ni siquiera cable, muy de vez en cuando alguna película.

Pero la idea de que todo está relacionado me quedó perdida en algún lugar de la cabeza. Y pienso que no es algo que pase solamente en un programa de televisión, o en una película. Esta semana pintaba ser una semana tranquila, en el trabajo todo sigue igual (bien), y aunque no esté haciendo algo que me fascine ni tampoco que me lleve algún esfuerzo, hay buena onda y trabajar en un lugar relajado donde no te tratan mal ni te ignoran ni te basurean es impagable.

Pero volviendo al tema, una vez más pasó algo que hizo que la idea de los círculos vuelva a aparecer.

El miércoles me desperté pensando en vos. La sensación la tuve todo el día, y volvendo a mi casa me decidí a intentar restablecer el contacto. Estaban mis viejos acá, y se quedaron a cenar, así que el asunto quedó para el otro día.

El jueves me levanté un poquito más tarde que de costumbre y salí volando para no llegar demasiado tarde a la oficina. A la vuelta me acordé de todo lo que había pensado el día anterior, y te mandé un mensaje de texto. Para mi sorpresa no solo me lo contestaste, sino que me identificaste de una. Te contesté, me contestaste, te contesté, me llamaste.

Nos quedamos hablando un buen rato, y quedamos en seguirla por chat. Y la seguimos, y fue increíble. Pasaron casi dos años y fue como si hubiera pasado una semana, y a pesar de toda el agua que pasó bajo el puente volví a sentir que estaba conversando con alguien que me escucha, me entiende. Alguien que no me va a dar una opinión obsecuente: me va a cantar la justa. Alguien a quien le puedo contar todo sin dar vueltas ni tapar ni disfrazar nada porque no me va a juzgar. Y eso es fantástico.

Hoy llegué a casa, y agarré una revista. Me puse a leer una nota y oh casualidad leo algo de distanciarse porque te succiona tu pequeño infierno personal. Traducción: tu propio quilombo te succiona (no en un sentido placentero) y te aleja de todo lo demás. Y eso es lo que me pasó a mi, y mucha gente pasó, pero no me importó tanto porque gente de temporada siempre hay y no está mal que sea así, pero a veces se pierde contacto con alguien que de verdad vale la pena, y este es el caso.

Y ya que estaba pensando, seguí y recordé que una vez alguien que cree ciegamente en las reencarnaciones me dijo que todos nacemos (casi) todas las vidas dentro del mismo grupo de gente, que por eso es que tenemos afinidad con algunas personas y con otras no. No se si será cierto, no creo ciegamente en esas cosas pero no las niego, porque no tengo ninguna certeza y para negar algo las necesito. De cualquier forma, esa sería una linda explicación para esas "amistades a primera vista" que solamente se logran con muy pocas personas especiales que alguna vez se cruzan en la vida.

Lo pensé mucho, muchas veces en el poco tiempo que lo pensé, tenía sobre todo miedo de que tu número hubiera cambiado, o de que no se te cantara contestarme. Pero te mandé el mensaje, y tuve respuesta. Nene, sos un grande, de verdad, como te dije ya te extrañaba demasiado, no me bancaba la idea de perder contacto con vos entre todas las cosas que perdí estos últimos años.

Me encantó saber que estás bien y feliz y enterarme de las cosas que hiciste y que te pasaron, y más que nada que me hayas respondido, que me hayas dicho que me extrañabas demasiado vos también y que por eso me buscaste, y todas las otras cosas que me dijiste, y saber que nos vamos a ver y que nos vamos a poner al día, me quedó como año y medio de mi vida para contarte.

Gracias por estar de ese lado todavía. Soy muy afortunada por tener a un amigo como vos (y sabes lo que "amigo" significa para mi). Te quiero muchísimo :-)

(este post tiene un mensaje personal)