9.15.2007

Semana agitada, parte uno

Se terminó una etapa. Una demasiado larga para mi gusto. Desde el lunes pasado dejé oficialmente de ser larva 100% alpedista para convertirme (nuevamente) en un ser productivo, un ser 100% APN. Se terminaron los días de no tener horarios y empiezan los de usar maquillaje y zapatos.

Y como corresponde para una persona que no se banca a los médicos de tanto tener que lidiar con su costumbre de no querer contar las cosas por más que yo sea la más interesada, a partir del lunes pasado trabajo en un hospital.

Y es graaaaaande! Todavía no vi ni el 10% del edificio y gente que lleva más de un lustro ahí adentro me ha confesado que todavía suelen perderse. Pero ya aprendí a entrar por guardia y hoy llegué hasta el bufet del entrepiso sin extraviarme y sin guiarme por el olor.

Oficialmente estoy ahí desde el primer día de este mes, pero por esas cosas de la vida y por otras razones que ignoro y prefiero seguir ignorando, mi destino se retorció durante una semana y me revoleó para este lado.

Así que como corresponde, va el diario de la semana. En tres entregas, porque no me quiero pasar el fin de semana escribiendo un solo post, y porque si lo hago de una sola vez, si alguien pasa por mi blog y lo lee abandona seguro en la mitad del martes :-P

LUNES

Llego tempranísimo, tipo ocho de la mañana (bue, para mi eso es tempranísimo), espero sentada a que llegue alguien con llave. Mientras me desayuno una coca (tenía calor). En eso llega el responsable del sector, paso a la oficina, charlamos sobre mi destino todavía derechito, me hacen una notita para cerrar el trámite y me mandan a mi a que la firme el director de la institución, así de paso lo conozco. Chan, yo conocer al director de la institución? Pero puse mi mejor cara de nada y me fui guía y con la notita.

Me llevaron a administración, pero de otro sector. Afortunadamente encontré otra guía que me llevó a la dirección. Llego y me dicen "ok, cuando esté lista te llamamos" y digo "estehm... me la tengo que llevar firmada ahora". La asistente entra en el despacho, y sale con la nota firmada. Wow, me dieron bolilla. Pensé que era lo más que iba a pasar pero en ese momento sale el mesmísimo director de su despacho no para decirle algo a la asistente, sale para saludarme a mi, me da la mano y me dicen "encantado". Siiiii! A mi!!! Sonará a pavada, pero me sentí importante, conocida, reconocida, tenida en cuenta, mi ego acariciado, frotado y malcriado a más no poder. Lo saludé como corresponde y controlando los pieses para no ir rebotando por el pasillo. Después viene la llamadita para avisar que voy con la nota firmada, el cambio de cara, el aviso de que me van a hacer un contrato basura y que esperemos.

Me estaré volviendo más vieja, más bruja, habré aprendido a leerle la mente a la gente o el teléfono sonaba muy fuerte y escuché algo de lo que decían del otro lado, o todo junto, la cuestión es que allá en el horizonte se veía lo que venía, y llegó a la hora de irme, justito al final, el aviso del bajón económico del 40% y de que me quedo trabajando en el mismo lugar donde empecé los trámites. Y así fue como me despedí de pagar todas mis deudas en dos meses, de descubrir si tanto curso y tantas horas gastadas en lectura sirvieron de algo, de ver si valió la pena invertir quemar casi 10 años de mi vida, de una oferta mejor que rechacé cuando no sabía como iban a terminar las cosas.

Volví a mi casa masticando bronca y desilusión, pero en lo que duró el viaje cambié todo eso por un "bueno, estoy cerca, voy a estar tranquila, cómoda, y lo que me van a pagar está de acuerdo con lo que voy a tener que hacer, y además me alcanza". Y si busco más beneficios, a la vuelta de casa tengo un colectivo que me deja casi en la puerta en unos 20 minutos en hora pico, son solamente siete horas y no tengo a nadie con un reloj en la mano controlando si almuerzo en 20 o en 23 minutos.

MARTES

Llueve como la rec.... como si nunca hubiera llovido, el agua invita a seguir girando a lo pollo de rotisería en la cama. Pero no se por qué tengo ganas de levantarme y de ir al trabajo (me estaré enfermando?). Salgo, llego al final del pasillo y veo la vereda con agua. Ni en pedo me mojo las patitas, ta bien que estoy en zapatillas, pero no da secarlas despues encima del monitor y pasear por todo el piso en patas (me da asquito), así que espero a que baje.

Igual llego a las nueve y empiezo con mis nuevas tareas: hacer café (bueno, eso no es una tarea, es una necesidad), separar las notas que organicé el lunes (mientras esperaba) en enviadas y recibidas. No puedo con mi genio y termino con una carpeta de notas enviadas, un bibliorato de notas recibidas, una carpeta para resoluciones y un archivo con lomos y carátulas para carpetas listo para modificar. Y un montón de tierra encima.

Siguiendo en plan de orden, agarro una pila de currículums, y empiezo con la selección, je. Separo técnicos, personal de mantenimiento, enfermeros, encuentro un médico, y el resto a administrativos y demases. Los ordeno alfabéticamente y cuando termino tomo nota mental de ordenarlos más adelante por edad, de mayor a menor. Además les pongo fecha, cosa de saber más o menos cuándo lo mandaron.

Empiezo a meter todo en un bibliorato, hago carátulas, pongo a los enfermeros, se llena el bibliorato y todavía me quedan afuera los técnicos y los de mantenimiento e intendencia y no hay más biblioratos y me afanan la última carpeta vacía, y cuando planeo dejarlos ordenados en sobres me llegan dos carpetas más, los del sindicato y un grupo de discapacitados. Afuera enfermeros, hola discapacitados y sindicatizados.

Pero lo dejo para el miércoles. Llega la hora de almorzar, que dura más o menos una hora y media, vuelvo, agarro las cosas y me voy. Si se terminó mi horario, qué quieren que haga? Si encima "trabajé" media hora más porque demoraban con la cuenta... De a poco voy mutando en APN... Jua! Eso si, en cuanto haya cash me empiezo a llevar la comida de casa, en lo que va de la semana ingerí más grasa que en el último mes :-P

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